domingo, 19 de febrero de 2012

Pilsner Urquell

La Pilsner Urquell cuenta con un privilegio único: ser la primera en el mundo en dicha especie, la Pilsner. A la postre, esta variedad que se terminaría imponiendo en el mercado y sería copiada aquí y allá en el mundo, comenzó a ser elaborada en la República Checa, más precisamente en la ciudad de Pilz (de ahí su nombre). Josef Groll, su creador, la puso en marcha allá por 1842 y el resto ya es historia conocida.

Es una cerveza de medio/bajo contenido alcohólico (4,4 por ciento), de un notable amargor producto de los lúpulos Saaz utilizados. Su espuma es suave, pero consistente, aunque se disipa algo rápidamente. Tiene un importante carácter refrescante, aumentado con su leve frutado y aroma fresco, que la convierte en una cerveza ideal para ser bebida en los veranos intensos.

Sin duda alguna, una cerveza que presenta muchas cualidades que podrían potenciarse aún más, pero que no deja de ser un auténtico regocijo. Seguramente en la República Checa se pueden conseguir mejores ejemplares, tirados desde barrill y sin filtrar. De todos modos, la Pilsner Urquell es un clásico ineludible que nadie debe dejar de probar.